Un acercamiento en palabras comunes a las variedades vegetales.

Por: Eduardo Padilla | Consultor en variedades vegetales y semillas
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Como todos sabemos las plantas son proveedoras de una gran cantidad de alimentos, de manera enunciativa; cereales, frutas y verduras. De ellas obtenemos energía, vitaminas y minerales indispensables para una vida saludable.

Desde tiempos remotos, incluso hablando en milenios, parte de las actividades del ser humano se centraron en observar y seleccionar características útiles en las plantas y sus semillas, dado el interés en cuanto a sabor, productividad, facilidad de cosecha y conservación, entre otros aspectos. Estas actividades selectivas cada vez más eficientes y, acompañadas con los avances tecnológicos, resultaron en lo que actualmente se conoce como selección para el mejoramiento genético de las plantas. 

Es de importancia hacer notar que las plantas de forma natural desarrollan nuevas características que permiten la perpetuación de la especie y son parte de la biodiversidad en recursos genéticos vegetales que, en algunas regiones del planeta representan una gran riqueza para la humanidad y por tanto son materia de significativos esfuerzos para su conservación y uso sostenible. Es relevante saber que México se encuentra entre los primeros cinco países con mayor diversidad biológica vegetal. 

Los recursos genéticos vegetales son materia prima para que el hombre a través del tiempo y de esfuerzos de diversa índole obtenga plantas con numerosas características de interés de tal modo que, cuando estas plantas en su conjunto se distinguen claramente de otro grupo de plantas dentro del mismo cultivo, además de presentar homogeneidad y estabilidad a través de generaciones sucesivas, se está ante la obtención de una nueva variedad vegetal.



Fue a mediados del siglo pasado que se diseñó e implementó el sistema de protección de las obtenciones vegetales, acuñando el término de variedad vegetal como un conjunto de plantas cuya clasificación botánica corresponde al rango más bajo conocido, es decir, género y especie, con características que permiten identificar la distinción, la homogeneidad y la estabilidad.

El trascendental proceso de obtención de nuevas variedades vegetales se incentiva mediante la concesión que los gobiernos hacen a un particular para que pueda explotar de manera exclusiva y temporal la nueva variedad vegetal; derecho amparado mediante un Título de Obtentor.

La protección antes referida es una figura de propiedad intelectual propiamente designada como Derecho del Obtentor, conforme al Convenio Internacional para la protección de las obtenciones vegetales (Convenio de la UPOV) del cual México es parte desde el año de 1997.

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